1. Escoge un buen sastre:
Es importante tener en cuenta que no por acudir al sastre más conocido conseguiremos el traje más atractivo. En Rafael León (Mister Tailor) te ofrecemos profesionalidad y calidad sin precios desorbitados, además de un asesoramiento personalizado.
De nada sirve
vestirnos donde lo hagan los caballeros más adinerados si no nos gusta
la hechura final de ese sastre, es importante conocer bien los gustos y los estilos del sastre. Por ello, es entendible que para cada
caballero el mejor sastre sea normalmente el suyo, al ser quien mejor
sabe transmitir a sus trajes su concepto de elegancia y estilo. Te invitamos a conocernos para ofrecerte un asesoramiento que sea idóneo con tu cuerpo y tus gustos.
2. La elección de la tela es fundamental:
Si no se está familiarizado con las marcas más
reputadas de telas déjate aconsejar por tu sastre. Es igualmente
importante que no te obsesiones con las denominaciones (Super 100´s, Super
180´s,...) ya que de hacerlo puedes terminar llevándote a casa un traje
no adecuado para el uso al que pensabas destinarlo.
Como
norma general, las telas de hasta 110´s suelen ser idóneas para
los trajes del día a día del trabajo. Las telas Super 120´s y Super
130´s son indicadas para aquellos otros que vistamos en ocasiones
especiales y no con mucha frecuencia (una o dos veces al mes como máximo
ya que, si no, nuestro traje no duraría más de cuatro o cinco años en
nuestro armario). A partir de 160´s los trajes serán tan delicados que
solo se deberían vestir en contadas ocasiones y además debemos tener
presente que requerirán de un extraordinario cuidado.
La principal diferencia entre un traje de
confección y otro a medida no es otra cosa que la hechura personaliza de
este último. Y la hechura más adecuada para caballero solo se consigue
con una toma de medidas acertada. Por ello, no tengas apuro alguno en
comunicarle a tu sastre tus deseos en cuanto, por ejemplo, el talle
preferido o lo armada o no que te gusta la chaqueta.
Igualmente,
transmítele tus preferencias en cuanto al tipo de hombros que te gusta o
tu caída preferida del pantalón. Si hay alguna parte de tu cuerpo de la
que no te sientas particularmente orgulloso díselo para que intente
disimularla.
3. Define el aspecto de tu traje
Una vez te hayan tomado medidas y el sastre tenga
claro tu tipo de corte preferido es el momento de discutir los detalles
finales del traje. Dos o tres botones, hilera cruzada o sencilla,
aperturas laterales, número de pinzas en el pantalón, dobladillo en el
pantalón, anchura de las solapas, tipo de forro, corte para tirantes o
cinturón, número y disposición de los bolsillos etc.
No
tengas problema en mostrarle a tu sastre esa foto que has visto en una
revista y que te ha llamado la atención. Nadie mejor que él sabrá
recomendarte sobre la conveniencia o no de transmitir ese corte a tu
traje teniendo en cuenta tu físico.
4. Asegúrate de que todo está conforme a tus gustos durante las pruebas
Aunque
un buen sastre se habrá tomado la molestia de llamarte para probar el
traje en al menos dos ocasiones no dudes en exigir que el resultado
final esté conforme a tus deseos. Por ello, si piensas que tu chaqueta
te favorecería más de estar algo menos entallada díselo. Had lo propio
si el largo del pantalón no es el deseado o incluso si apreciaras la
mínima arruga en la caída de la chaqueta una vez abotonada. Recuerda el
esfuerzo que has hecho para poder estar hoy en ese probador y lo que
este traje significa para ti.
Seguramente después de ese primer traje nunca más veas la confección
industrial con los mismos ojos y por ello no te importará esperar el
tiempo que sea necesario hasta poder hacerte con un nuevo traje a
medida.
Mister Tailor (www.mistertailor.es)
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